Alex, una chica
insatisfecha I
Alex
era una chica que durante su niñez, adolescencia y parte de su adultez había
recibido una educación bastante pragmática y anticuada, al punto que no fue
hasta los 20 año que perdió su virginidad y de una manera bastante lamentable,
pues el que era su novio para aquel entonces (Primer novio) la penetro sin
apenas haberse lubricado y todo de forma desesperada, lo cual fue doloroso y
traumático para ella, cabe destacar que luego de eso la relación no duro mucho.
Han pasado 10 años desde aquel traumático momento,
Alex se encuentra en su departamento realizando la limpieza, rutina que tenía
en sus días libre, ella era amante de la música, razón por la cual en aquel
momento llevaba puesto sus audífono con su música favorita, al ritmo de la
misma bailaba y cantaba mientras realizaba las diferentes labores de limpieza.
El resto de su indumentaria la completaban una pequeña y vieja camiseta sin
mangas, debajo no llevaba brassier, en la parte baja unos shorts deportivos y
una panty común de ir por casa, sin embargo cabe destacar que aquella
vestimenta aun sencilla y casera dejaba ver una figura increíble.
Alex era morena, su tono de piel podría definirse como
canela acaramelado, su piel era suave y muy bien cuidada gracias a la rutina de
cremas humectantes que ella colocaba cada noche, su cabello era rizado y
llegaba a la mitad de su espalda, sus ojos era de un color marrón obscuro casi
llegando a negro por la absoluta profundidad que mostraban cuando se les miraba
fijamente, boca sensual, de labios carnosos y de un color rosa achocolatado que
los hacían apetecibles, en general se debe reconocer que tenía un rostro
hermoso, su cuerpo era llamativo, sus senos pequeños don pequeñas aureolas
color café y pezones puntiagudos, no era una de aquellas chicas con cuerpo de
modelo, pero tampoco era gorda, podríamos decir que estaba en su punto exacto,
y si había algo que destacar de Alex era sin lugar a duda sus piernas y su
trasero. Tenía muslos gruesos y firmes,
su cadera era ancha y su trasero firme y respingón, aquel que tuviese la
oportunidad de verla solo en ropa intima quedaría pasmado al ver semejante
belleza de ébano.
Como iba diciendo, Alex estaba realizando las tareas
de casa con sus audífonos puestos, razón por la cual no se percato de la
presencia de él, quien la miraba recostado en el marco de la puerta, observando
el movimiento rítmico de sus caderas mientras danzaba de un lado a otro con la
escoba. En determinado momento Alex tomo un pañuelo y colocándose sobre sus
rodillas comenzó a limpiar la pequeña mesa en medio de los muebles de la sala,
esto hizo que su imponente trasero se notara aun más y dejaba ver claramente
como la panty a duras penas podía contener semejante atributo, al terminar se
levanto y esta vez e acerco a la mesa del comedor para repetir el acto de
limpieza, sin embargo en ese momento él se acerco por detrás, con una mano la
tomo por su cadera y con la otra tomo su cuello suavemente mientras la pegaba a
la mesa y con su nariz rozaba su cuello, sintiendo el aroma del perfume de
esta.
Alex por la impresión inicial no pudo reaccionar y
justo en el momento que iba a hablar, él aparto sus auriculares y le dijo que
guardara silencio, al escuchar aquella voz gruesa y firme como de trueno, su
piel se erizo y ella mordió su labio, sabia de quien se trataba, la mano que
estaba en su cuello descendió para acariciar aquellos pezones sobre la
camiseta, mientras que la mano que sostenía su cadera, se adentro lentamente
por el bode de aquel short y por sobre su panty acaricio su rajita de forma
suave con 2 dedos, esto hizo que Alex dejara escapar un pequeño gemido y
mordiera nuevamente su labio inferior, los labios de él acariciaban su cuello,
el lóbulo de su oreja, luego bajaba nuevamente a u cuello donde dejaba caer
besos y pequeños mordiscos, esto sumado a las caricias antes mencionadas a sus
senos y su rajita, ya tenían a Alex en un estado de ebullición, su entrepierna
estaba sumamente húmeda y sus pezones ya duros era tocados y pellizcados de
forma directa pues él había colado su mano por debajo de su blusa.
En un momento dado él coló sus dedos por el borde de
su panty y comenzó a acariciar directamente sus labios mayores y a rozar de
forma circular su clítoris esto tenia a Alex ya gimiendo de forma constante y
con su respiración agitada, hasta que sin darle aviso la penetro con 2 de sus
dedos, esto ya fue demasiado para Alex quien solo un gemido fuerte y dejo caer
su cabeza hacia atrás dejándola reposar en el pecho de él. Las penetración se
fueron haciendo más profundas, la humedad se su rajita crecía, de forma
inconsciente ella movía sus caderas sintiendo entre sus glúteos la creciente
erección de aquel hombre que la estaba haciendo gozar solo con sus dedos, los
dedos se movían cada vez más rápido y en un instante sucedió. Mientras
pellizcaba un de sus pezones y mordía su
cuello, su dedos acariciaron de forma circular el clítoris haciendo que
espasmos y pequeñas sensación eléctricas recorrieran todo el cuerpo de Alex.
Sus piernas temblaban y perdían fuerza, pero él la sostuvo en brazos mientras
aquel orgasmo golpeaba cada centímetro del cuerpo de Alex. Las caricias bajaron
en intensidad y poco a poco su respiración se fue calmando, cuando él sintió
que ella había recobrado las fuerzas en sus piernas, se aparto un poco, pero solo
para bajar su short y sus panty, acto seguido hizo que Alex se recostara sobre
la mesa dejando así expuesta su zona más intima.
Él se arrodillo detrás de ella, con sus manos separo
sus glúteos viendo a plenitud el panorama en medio de sus piernas, apretó con
fuerza sus nalgas, como para dejar claro que estaba ahí, observando, luego dio
un azote a su nalga izquierda, luego a la derecha, acerco su rostro, sintió el
aroma que emanaba de su húmeda y brillante rajita, dio un pequeño mordico a una
de sus nalgas y procedió a dar un repaso con su lengua desde el nacimiento de
su rajita (Clítoris) hasta donde terminaba la misma y se encontraba la entrada,
luego con astucia dejo colar su lengua dentro de su humedad y comenzó así un
nuevo ataque a su parte más intima, la piel de Alex estaba nuevamente erizada y
sus suspiros y jadeos comenzaban de nuevo, estuvo así unos minutos hasta que
sin decir nada se puso de pie, nuevamente le dio una nalgada y halándola un
poco de su cabello le guio hasta donde estaba el mueble principal de la sala,
entando allí le ordeno que se arrodillara, mirándola fijamente a los ojos
desabrocho el botón de su pantalón y libero su miembro, el cual ya se
encontraba en franca erección, Alex lo miro y se quedo quieta sin reaccionar
hasta que él colocando una mano sobre su cabeza la guio para que acercara sus
labios a su miembro, Alex entreabrió los labios y con ellos rozo el glande,
lentamente rozo con sus labios la extensión de todo el miembro para luego muy
despacio ir introduciéndolo dentro de su boca, podía sentir la suavidad de la
piel en contraste con du firmeza del miembro, a través de su lengua podía
sentir el calor que aquel miembro emanaba y esto la hacía mojarse aun mas, con
la mirada puesta en los ojos de él comenzó un movimiento de atrás hacia
adelante, saboreando cada centímetro de aquel miembro que con su dureza le
demostraba que le gustaba y que estaba así por ella.
Alex no apartaba su mirada en lo mas mínimo de
aquellos ojos que la miraban fijamente, él dejo salir algunos bufidos mientras
aquella mujer de ébano succionaba su miembro con apetito voraz, llegado un
punto él la separo, se sentón en el mueble y le dijo que lo montara, Alex
coloco su potentes piernas a los lado de él y como si estuviese en un caballo
poco a poco se fue dejando penetrar por aquel miembro caliente, el cual entraba
como un cuchillo hirviendo atravesando mantequilla, al terminar de penetrase
Alex se quedo con un gemido ahogado, él la tomo de sus cadera, la levanto un
poco y luego con potencia la bajo al tiempo que el daba una estocada, esto saco
aquel gemido ahogado y Alex se derrumbo sobre aquel hombre, que acto seguido la
tomo de sus potentes y rotundas nalgas para comenzar a subirla y bajarla. Alex
gemía fuerte cada vez que recibía una estocada, el llevo las manos a su
camiseta y se la quito, para así poder tomar como presa de su boca sus pezones
duros mientras una vez más bajaba sus manos a sus nalgas las cuales ahora luego
de cada estocada recibían como remate un azote. Alex ya sentía que un nuevo
orgasmo estaba al llegar, pero él sabedor de cada reacción de su cuerpo, justo
en el momento que ella estaba a punto de llegar, bajaba la intensidad para así
prolongar su placer creciente, mientras
tanto Alex movía su cadera de manera circular para así sentir aquella barra
caliente mas dentro de su ser.
Él la levanto, la coloco en cuatro sobre el mueblo y
sin mediar palabras nueva menta la penetro con fuerza, sabía que aquella
posición le encantaba a Alex, pues la hacía sentirse indefensa ante él, con una
mano tomo su cabello recogiéndolo en una cola y con la otra se aferro a una de
sus nalgas, comenzó con un mete y saca que fue ganando velocidad, mientras
apretaba con fuera su nalga la embestía con golpes secos, Alex supo en ese
momento que el orgasmo que venía era grande y como si de una gran explosión se
tratara, se vino en un orgasmo demencial el cual hizo que de su entre pierna
salieran una cantidad de fluidos, él en ningún momento dejo de penetrarlo
logrando así que su orgasmo tuviese un efecto multiplicador sobre su cuerpo,
justo en este punto el se vino dentro de ella con potentes disparos de su
simiente, los cuales Alex sintió con total nitidez al estrellarse en las
paredes internas de su ser, esto le saco otro pequeño orgasmo, con el cual cayó
desplomada sobre aquel mueble. Él la observaba en silencio, mientras ella
respiraba acelerada con sus ojos cerrados. Aquel había sido un encuentro
fantástico en toda regla, Alex estaba feliz, se sentía plena y en sus labios se
dibujaba una sonrisa, en eso escucho una voz que la llamaba:
-Aleex, ¡hey Alex! Hora de levantarse amor… vamos
dormilona…
Alex
abrió los ojos a la realidad, aquel encuentro solo había sido un sueño, solo
fueron escenas producidas por su subconsciente mientras dormía, lo cual la
devolvió a la realidad. La noche anterior como en otras ocasiones Alex de forma
sutil había insinuado a su novio que deseaba intimidad, pero como en tantas
otras noches, este la había ignorado y cuando por fin accedió a hacérselo y
teniendo a aquella diosa de ébano en cuatro, aquel chico nuevamente no pudo
tener una erección como en tantas otras noches.
Alex recordó todos estos acontecimientos y nuevamente
su rabia e impotencia la dominaron, sin decir una palabra se levanto y se fue
directo al baño, mientras escucho a su novio decirle que sobre la mesa le dejo
el desayuno y luego escuchar cómo se abría y cerraba la puerta del
departamento. Alex estaba decepcionada, pues su novio no lograba complacerla,
salvo una par de ocasiones donde logro con mucho esfuerzo sacarle un tímido
orgasmo, desde que estaban junto eran más la veces que su novio no pudo tener una erección que las que
pudo complacerla.
Alex ya no sabía qué hacer pues había intentado de
todo y esto combinado con sus experiencias pasada y la crianza que traía de
arrastra, no la ayudaban en lo mas mínimo, mientras caía el agua de la regadera
sobre su cuerpo, sus lagrimas brotaban de sus ojos fruto de aquella impotencia
y aquellos pensamientos que la hacían pensar que tal vez no era atractiva o
provocativa, pero eso estaba a punto de cambiar y Alex ni siquiera imaginaba el
giro que daría su vida en los próximos días, fruto de su creciente necesidad de
ser tomada…
Continuara.
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